Esos días en los que el mundo se pone del revés y todos los dardos tiran a dar.
Cuando ni tu canción preferida te hace sonreír.
Ver nubes aunque haga un sol radiante. Nadie dijo que vivir fuera fácil.
Y en días como esos...¿qué hacemos?
¿Nos metemos en la cama,nos tapamos hasta la cabeza y dejamos que caiga el diluvio universal?
No.Hay que salir a la calle, y si viene un vendaval y nos alborota el pelo,los pensamientos y hasta las ganas,lo mejor es coger nuestras cosas y seguir adelante.
Porque el mundo no está pensado para esconderse, sino para andar aunque nos duelan todos los huesos de nuestro cuerpo y tengamos el corazón en carne viva.
Porque ya se sabe,al final el sol sale y nos cura las heridas.
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